Logorreicos , asqueados ... Piensadictos

KO a los puntos

lunes, 9 de noviembre de 2009

Nuestro ciudadano binario Arreoso ha quedado cao a los puntos. No boxea pero conduce. De hecho le resulta más viril derrochar gasolina que el pugilismo. Pero, no fueron las tres cuerdas sino las tres rayas continuas y aquel stop...
-Si es que además son oportunos los picoletos , siempre escondidos y los putos radares;cabreado berreaba Arreoso en el bar.
(antes de seguir, en España al cometer una infracción de trafico van quitándote puntos hasta que sin puntos no hay licencia de conducción de carro, ah! y los picoletos son un tipo de policías que cuentan con grupos de tráfico vial).
-Si va a ser todo al final para sacar dineros y joder a los de siempre, responde un parroquiano compadre de nuestro hombre.
-El que no sepa que no se arrime y se quede en casa si es que entre lentos y lerdos , anda que no hay... y las tías, bueno,bueno,repetía con sorna Arreoso.
-Esas a su bola y despacito sin prisa, si es que son para todo igual, responde compadre.
-A mi a estas alturas se me ha pelao el culo conduciendo, afirmaba ufano Arreoso.
-Y lo peor no es para ti, que yo sin carné a ver como doy de comer a mis hijos, proclama muy digno el compadre de barra.
-Lo dicho, una vergüenza... me voy a casa, ¿cuanto te debo chaval?, pregunta al camarero Arreoso.
-Cuatro cañas y el carajillo, pues 7,30 euros responde el camarero.
-¿cuatro, serán cinco?, contesta Arreoso.
-Una la pagó el compadre, informa el camarero.
Tras agradecimientos y abono de la cuenta nuestro ciudadano abandona el bar y se pone al volante de su coche para llegar a casa. Mala suerte, pues en los quinientos metros de trayecto que le separaban de su domicilio un control de alcoholemia le sale al paso. Maldiciones varias para su fortuna y los inocentes padres de los agentes de servicio. Resultado del lance; vehículo inmovilizado y carné suspendido. Como nuestro Arreoso es un hombre curtido en las barras de los múltiples bares que se desparraman a lo largo y ancho de cualquier patria morada por latinos ( y ojo que los sajones no se quedan atrás) la cantidad de alcohol no lo imposibilita para conducir pero la ley es la ley. Y además por medio kilómetro de mierda...
Tres meses sin carné, una pila de euros para las arcas del estado y la humillación del transporte publico... porque eso de andar ya sería el colmo. Suerte que en el tajo (laburo, curro, faena, trabajo, empleo o como le quieras llamar) hay solidaridad para con las víctimas de este sistema que algunos tachan de extorsión a los conductores de bien y un compañero lo trae y lo lleva. Ah! y encima debe hacer un cursito para recuperar su carné. La indignación fluye por sus poros. Eso sí, cumplidor de la ley (ahora que lo han obligado y amenazado con que si desobedece parará a penales) no toca el coche para nada. Algo bueno tiene, bebe lo que le da la gana cosa que agradece su garito preferido donde pasa las tardes de viernes y sábado si hay fútbol. Total , gastos a saco. Gasolina, impuestos de circulación , la I.T.V., el seguro y el I.V.A. cuando compró su máquina...Piensa: -¿pero estos mamones de que van, y encima no puedo conducir?.
Un día resulto a resolver el atropello de que es víctima por parte de ese estado opresor coge el coche ( ya se que para algún hispanohablante eso de coger un carro suena como que hiperdeprabado pero aquí se dice así). Distraído y eufórico por su particular venganza no ve a un abuelete que acaba de salir de tirar la basura y...esta vez el atropellador es él. Instantes después pasa por su cabeza darse a la fuga pero él no es un criminal y mucho menos un cobarde. Ayuda al viejete que por suerte se ha sentado sobre el capó y no le ha ocurrido nada. El anciano se disculpa por no mirar y salir de improviso momento en el cual Arreoso se crece y abronca al abuelo. Ya fue el colma cuando un prominente bollo decora la chapa de su máquina. Por los nervios, las cañas o vete tu a saber porqué manda al anciano, de muy malos modos a la mierda. Euforia quizás por haber tenido suerte esta vez.
Ya por la noche, haciendo examen de conciencia en su inodoro (porque con todo esto su esfínter se soltó) se da cuenta de como se condujo como persona. Piensa que si le quitaran puntos como ser humano hoy estaría a un paso de perder ese carné también. Pero no importa porque nadie conocido lo vio, podrá seguir siendo la víctima valiente que un día se reveló contra el injusto sistema y conseguirá la aprobación de los demás. Bueno, tal vez la de algún parroquiano o compadre pero no la mía. Espero que mis errores al volante sean por torpeza o por poca práctica o escasa destreza pero nunca por sentirme el poderoso caballero agredido en su montura mecanizada de tonelada y media redime otros desaires y frustraciones que la vida le impone.

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